La mujer que conoció. Conoció a una
mujer. Esta mujer era la mujer que conoció. Ella no era la mujer que esperaba
conocer o planeaba conocer o que había tallado en su cabeza, con vestido largo,
una nariz, ojos y labios particulares y un cerebro bastante particular.
No,
esta era una mujer diferente, la que conoció. Cuando la conoció él difícilmente
podía soportarla porque ella no encajaba con la imagen que tenía en su cerebro
de la mujer que tan vigorosa y extensivamente había planeado conocer. Y que no
encajara era incómodo y hacía que su cerebro doliera. Vete, mujer, dijo él, y
la mujer se rió, lo que ayudó por un segundo. Él siguió a la mujer durante unos
pocos días diciendo que era porque no tenía nada más que hacer, pero la verdad
era que tenía muchas cosas que hacer y no sabía por qué la estaba siguiendo.
Su cerebro gritaba y se quedaba estático
ante su propia idea del color de cabello y sentido del humor y cuáles animales
(mamíferos) le gustarían a la mujer que conoció, y la idea de su cerebro de
cómo ser un miembro del mundo y todo lo que era más o menos como él, mas
sin embargo suficientemente diferente: esta mujer a la que conoció era la mujer
que conoció y por más que lo intentara no podía desconocerla. Su cerebro estaba
en total pánico con respecto al cambio. Su cerebro estaba bastante complacido
con su forma actual y no quería cambiar, ni siquiera un poco. A esta mujer le
gustaban los reptiles y los peces. ¿A qué clase de ser humano decente podrían
gustarle los reptiles y los peces?
Él
dijo vete, mujer. Vete tú, dijo ella, haciendo shu y un gesto con la mano. Tú
eres el que me está siguiendo todo el tiempo. Fueron a caminar –o mejor dicho,
ella fue a caminar y él le preguntó si podía acompañarla– juntos por un puente
pequeño sobre un arroyo seco y miraron las rocas abajo apiladas como dientes.
Ella hablaba significativamente más que la mujer que esperaba conocer y
mientras ella hablaba pensó ella clara y seguramente no es la mujer para mí.
Parlanchina, pensó. Ella hizo una pausa bajo un roble y dijo ¿dejaste de
escuchar?, y entonces él comenzó a escuhar de nuevo y dijo alguna cosa acerca
de esto y acerca de aquello. Le gustaba hablar con ella. La mujer dijo que no
sabía por qué él le gustaba, ya que estaba siendo un poco irritante con toda
esa estática en su cabeza y él dijo que lo sentía, que ella también le gustaba,
pero que su cerebro seguía rechazándola y él no sabía qué hacer al respecto. La
mujer dijo por favor, ¿podrías apagar tu cerebro cinco segundos y dejar que el
mundo participe un poco? No, dijo el hombre, yo controlo el mundo. La risa de
la mujer rebotó en las rocas abajo. El hombre también rió, pero por dentro
seguía hablando en serio.
La
mujer dijo adiós y fue a su casa y preparó espaguetis y al siguiente día
adivinen quién estaba en su puerta. Buenas tardes. Cómo estás, cómo estás. El
espagueti estaba bien cocido y ella lucía hermosa bajo la luz del sol filtrada y
esa tarde hicieron el amor bajo la luz verde del sol que atravesaba sus
cortinas verdes. Su cuerpo era nuevo para él y no le gustaba que sus hombros
fueran tan anchos y le gustó mucho la forma empinada de sus labios y se puso
nervioso porque no sabía cómo navegar las curvas que formaban cuando se
juntaban. Más tarde, cuando se convirtió en el capitán de un barco sobre las
olas del agua de sus cuerpos, resultó que esos hombros anchos eran lo que
recordaría con más lujuria y más ternura. Esos hombros anchos serían lo que
reconocería entre una multitud de personas con bolsas de papel en sus cabezas.
Esos hombros anchos podría verlos al otro lado de un océano.
Al
día siguiente, después del día de la cortina verde, él estaba de vuelta. Comieron
espagueti frío en vasos de papel, sentados en la escalera de la entrada de su
casa. Él dijo no sé si quiero casarme contigo. Ella resopló. ¿Qué? Él dijo lo
siento, pero no estoy seguro de si tú eres mi futura esposa. Ella escupió un
poquito de espagueti en la escalera y él pensó que eso era asqueroso y ella
comenzó a reírse otra vez, esta vez no con, sino definitivamente de él.
Entonces dijo yo siempre pensé que la mujer con la que me casaría me impactaría,
como un relámpago, y aquí no hay relámpago, no hay ni un trueno, no hay ni
lluvia. Todo se siente, bueno, nebuloso, dijo. Y ella dijo ¿qué te hace estar
tan seguro de que yo quiero casarme contigo? Y él dijo oh, mmmm, y ella dijo
¿por qué consideraría casarme con un hombre con un cerebro tan mandón? Necesito
a un hombre con algo de calma, dijo. Él miró su nariz, delgada y larga, y sus
ojos delgados y largos hacia otra dirección y su cabello era liso y largo y
brillaba. Mordió una porción de espagueti de su tenedor. Estuvieron sentados
por un rato en la escalera y vieron a las lagartijas correr de aquí para allá y huir
hasta que el cartero vino y entregó algunas cartas –dos facturas y una postal de
parte de su primo desde una isla. Ella puso una cara al ver las facturas y se
rió al ver la postal y detalló la letra pequeña en la esquina superior
izquierda que decía dónde estaba su primo y luego miró la foto por más tiempo
que todo el tiempo que él había invertido en ver todas las postales de su vida
entera.
Cuando
hicieron el amor ese día fue un paso más cerca a que tuviera sentido y ella después
trajo un vino y se sentaron y miraron el atardecer a través de las cortinas
verdes, desnudos, con copas de vino. La luz verde oscureció y se hizo negra. Él
trazó con su mano cada una de sus vértebras y ella no dijo eso da cosquillas,
para, como él había pensado que haría. Ella solamente miró la cortina en silencio
con su cabello echado hacia un lado en ángulo. Él movió sus dedos por toda su
espina hasta abajo, uno por uno por uno, y durante todo el tiempo que eso tomó,
su cerebro permaneció absolutamente callado.
Son
estos espacios vacíos de los que tienes que estar pendiente, ya que inundan con
sentimiento antes de que siquiera te des cuenta de lo que ha pasado, antes de
que te encuentres a ti mismo, en la base de su columna, diferente.
Traducción al veneco de la administración de este humilde blog. El texto original, titulado "The Meeting", puede conseguirse en este link.